Todavía puedo...

 Hola a todos!.

Las personas mayores, la tercera edad. Sí, esa generación luchadora, esa abuela o abuelo que te ha criado y cuidado como tus segundos padres, esas personas que saben darte los mejores consejos, los sabios que más cerca tendremos en nuestra vida... Podría decir millones de cosas más, porque no tengo mas que palabras de agradecimiento hacia ellos.

                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                                     Fuente: pixabay

Supongo que todo el mundo conoce a alguien de la tercera edad que es vuestro referente o que sentís ternura y admiración por ellos. Personalmente, me gustaría mencionar a 2 personas:

-Por un lado, a mi abuela. La persona que atribuye todos los dolores a la comida ("te duele la cabeza, come; te duele la barriga, come"), esa maravillosa persona con la que me encantaba dormir de pequeña, la que me obligaba a lavarme la cara nada más despertarme y la que con su mirada y su atención me demuestra el amor y el orgullo que siente por mí y por la mujer en la que me estoy convirtiendo. 

Todo el mundo que tiene abuelos sabe de lo hablo. Son las personas que, junto a tus padres, darían la vida por tí, por que nada te falte y por que siempre perdure la sonrisa en tu cara.

-Por otro lado, me gustaría destacar a una persona que no pertenece a mi familia ni a mi entorno más cercano, pero que el recuerdo que ha dejado en todos los niños con los que interactuaba es motivo suficiente para mencionarlo hoy, el Señor Juan. Se dedicaba a comprar chucherías y repartirla a todos los niños del barrio. Era querido por todo el mundo, nadie podía decir una mala palabra de él. Incluso nuestros padres siempre nos decían: "si un desconocido os ofrece algo no lo cojáis, al menos que sea el señor Juan".

Era raro el día que no nos visitaba y, si un caso no traía nada encima, iba inmediatamente a comprarlo porque para él éramos como sus hijos. ¿Qué persona haría eso por ver una sonrisa en la cara de unos niños?. Esto me demuestra que todavía existe mucha gente con buen corazón y mucha nobleza, personas que viven para entregarse a otras.

Una vez he hecho estas menciones, me gustaría hablar de la valía, la importancia y la necesidad de las personas mayores en la sociedad. Las personas mayores tiene gran importancia y actividad contributiva, sobre todo en el ámbito familiar. Los abuelos tienen una gran aportación en el plano afectivo y emocional hacia los niños y adolescentes. Son un pilar muy importante que mantiene unida a la familia, dan apoyo emocional y cuidan a los familiares. Y como es de suponer son los únicos que pueden aportar experiencia y dar consejos.

¿Qué ocurre?. Durante mucho tiempo se ha vinculado el envejecimiento con connotaciones negativas. Cuando se pensaba en ellos se les visualizaba como un colectivo improductivo, inactivo, y demandantes de servicio, ayudas y cuidados... como una carga social. Sin embargo, son ellos los que cuidan a los hijos, nietos, y siempre atienden a todo su alrededor antes de mirarse a ellos mismos.

Es importante visibilizar y sensibilizar sobre las injusticias que sufre este colectivo y alertar sobre el riesgo entre generaciones de desigualdad vinculada a la vejez. Para ello, es necesario explorar los cambios sociales y estructurales en la política: medidas laborales proactivas, aprendizaje permanente, protección social y cobertura sanitaria de calidad y universal, son algunos de los cambios necesarios.

Pero, sobre todo, hay que cambiar esos prejuicios y la manera de tratarlos, integrándoles en la sociedad. Es importante que reciban mensajes positivos, que se reconozca su valía para nosotros y que ellos mismos tengan un buen concepto de vejez. Es decir, que se sientan orgullosos con la etapa evolutiva en la que se encuentran y que no la asocien a inutilidad o despropósito.

La etapa de envejecimiento se considera un momento de la vida llena de oportunidades, pues pueden seguir siendo personas activas, productivas y participar en todo aquello que les guste. Es posible que consigan envejecer de un modo que les beneficie y que el envejecimiento no impliquen sufrimiento.

Los mayores deben tomar conciencia de sus derechos, poder decidir cómo quieren vivir y conseguir una vida digna, satisfactoria y de calidad.

No debemos olvidar que todos en algún momento llegaremos a esa etapa. Ellos han luchado como los que más por nosotros, tanto a nivel económico, laboral, familiar como anímico, emocional. ¿Qué menos que ofrecerles lo mismo cuando ellos nos necesitan?. Lo más fácil sería abandonarlos o llamarlos de vez en cuando. Pero, ¿de verdad que ellos se merecen ese trato?. Yo aconsejaría que mirásemos hacia atrás y pensásemos las noches que han pasado sin dormir pendientes a nosotros, las mismas que pasaremos nosotros con nuestros hijos, esos que nos darán el mismo trato que le demos nosotros a nuestros mayores.

Fuente: Imagen creada por mí con Canva.

Hace unos días me encontré en internet con una reflexión sobre cómo amar a las personas mayores y decía así:

"Déjalo hablar porque hay en su pasado un tesoro lleno de verdad, de belleza y de bien.

Déjalo vencer en las discusiones, porque tiene necesidad de sentirse seguro de sí mismo.

Déjalo ir a visitar a sus amigos, porque entre ellos se siente revivir.

Déjalo contar sus historias repetidas, porque se siente feliz cuando los escuchamos.

Déjalo vivir entre las cosas que ha amado, pues sufre sintiendo que le arrancamos pedazos de su vida.

Déjalo gritar cuando se ha equivocado, porque los ancianos como los niños tienen derecho a la comprensión.

Déjalo viajar en el automóvil de la familia cuando van de vacaciones, porque algún día tendrás remordimiento de conciencia si "tu viejo" ya no existe más.

Déjalo envejecer con el mismo amor paciente con que dejas crecer a tus hijos, porque todo es parte de la naturaleza.

Déjalo rezar como él sabe, como él quiere, porque el adulto mayor descubre la presencia de DIOS en el camino que le falta recorrer.

Y, sobre todo, no lo abandones, porque los valores que tus hijos vean en tí van a ser los que en un futuro agradecerás de habérselos enseñado.".

Finalmente, os dejo un informe de la  Organización Mundial de la Salud donde habla de la importancia de comprender el envejecimiento y nos ofrece algunos datos como: 

• Entre 2015 y 2050, el porcentaje de los habitantes del planeta mayores de 60 años casi se duplicará, pasando del 12% al 22%.
• En 2020, el número de personas de 60 años o más superó al de niños menores de cinco años.
• En 2050, el 80% de las personas mayores vivirá en países de ingresos bajos y medianos.
• El ritmo de envejecimiento de la población es mucho más rápido que en el pasado.
• Todos los países se enfrentan a retos importantes para garantizar que sus sistemas de salud y de asistencia social estén preparados para afrontar ese cambio demográfico.

Y vosotros ¿qué pensáis?, ¿cuáles son vuestros referentes?, ¿consideráis que las personas mayores son necesarias para la sociedad o creéis que no son útiles?

Espero vuestras respuestas, un abrazo blogueros!.

BIBLIOGRAFÍA:

Envejecimiento y salud (who.int)